lunes, 8 de marzo de 2010


Esto eran veinte Frailes franciscanos que vivían en un antiguo convento cerca de Salamanca.

Tenían la cabeza afeitada, la barba muy blanca y un hábito con remiendos, que caminaban en fila por los pasillos del convento, todos los Frailes hacían lo mismo, si uno tropezaba, los otros tropezaban, si uno se caía los otros también, si uno rezaba los otros también rezaban, si uno hacia los deberes los otros también lo hacían.

Uno se llamaba Fray Mamerto el del huerto, Fray Cacufate el del chocolate, Fray Ezequiel que cuidaba de las abejas y sacaba la miel.

Un día, un hombre rustico, gordo y colorado vino al convento y dijo que quería ser Fraile, en ese momento vino Fray Nicanor el superior y le dijo, “Tendrás que pasar frío”, y le respondió “Pues lo pasare”.


Entonces el padre Superior llamo a todos los Frailes, y les dijo que a partir de aquel momento Perico iba a ser Fraile. Luego él se despidió de su familia y él entro en el convento, le preguntaron que si sabia leer y le dijo que no, también le dijo que si sabia escribir y él le dijo que no, después le metieron en la iglesia y se puso a llorar, luego le rezó a San Francisco y le dijo que ninguno de los frailes se enfadara con él.

San Francisco era el único que entendía a Fray Perico.

La entrada de Fray Perico al convento con su borrico transformó la tranquila vida del convento.

Un día cuando Fray Perico estaba en la iglesia todos fueron a rezar y como Fray Perico no sabía ninguna oración cuando los Frailes estaban diciendo las oraciones escucharon unos ronquidos, era Fray Perico que se había dormido de lo aburrido que era el estar allí en el convento, y todos los Frailes se empezaron a reírse y Fray Perico se despertó.

Y desde que Fray Perico era Fraile el convento ya no era tan triste como antes.

Entonces un día el Superior le dijo “si no sabes escribir ni leer, que es lo que sabes hacer” y él le dijo “se contar cuentos muy bonitos” y el Padre Superior le dijo que no servia para nada.

Un día Fray Perico estaba en la biblioteca con Fray Olegario el bibliotecario y le contó un cuento, luego Fray Nicanor le dijo ”vete a la iglesia” y Fray Perico se fue. Al cabo de un rato Fray Perico le contó un cuento a San Francisco, cuando Fray Nicanor pasaba por allí le pregunto a Fray Perico “¿que haces?” estoy contándole un cuento a San Francisco “¿tu crees que San Francisco te va a escuchar?”. Desde el primer día Fray Perico quiso ser un buen Fraile.

Un día cuando todos dormían a pierna suelta se oyeron unos gritos que decían “me muero, me muero” se despertaron todos y Fray Nicanor dijo” ¿quien se muere? “Fray Perico, se muere de hambre.

Entonces todos se despertaron y el padre mandó a Fray Piruelo a hacer la comida.

Al cabo de unos días Fray Perico le dijo a Fray Ezequiel “¿te ayudo?” Sí, “llevale esto a las ovejas” y Fray Perico entendió mal y le echo el agua a las abejas y todas le persiguieron hasta que le picaron.

Al cabo de unos días Fray Perico fue al pueblo, a vender unos tarros de miel cuando los vendió, ganó 30 reales, luego se fue al convento y por el camino vio a unos gitanos que vendían a un burro y el Fraile le pregunto que cuanto valía ellos le dijeron que valía 30 reales y Fray Perico lo compró.

Cuando se dio cuenta de que los gitanos le habían mentido, Nicanor le mandó a recuperar los 30 reales, cuando los recuperó se quedaron con el burro.

Al cabo de un tiempo el burro se hizo Fraile y se llamo Calcetín.

Un día hizo mucho calor, no aguantaban el calor y le rezaron a San Francisco, al cabo de unas horas empezó a llover granizos y todos se pusieron muy contentos.

Pasaron los días y vino el padre visitador, y como vio que casi todos eran tontos, les puso un castigo, que todos tiraran de la cuerda para subir la campana y se rompió la cuerda y el padre visitador salio corriendo diciéndose así mismo que lo había hecho a posta

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atención y salir de Estocolmo. Trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas y mensajes de un Mikael que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación. Las heridas del amor las cura Lisbeth en soledad, aunque intente despistar el desencanto con el estudio de las matemáticas y ciertos felices placeres en una playa del Caribe. ¿Y Mikael? El gran héroe, el súper Blomkvist, vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y reconocimiento profesional de colegas y medios. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante que le propone una pareja, Dag y Mia, sobre el tráfico y prostitución de mujeres provenientes del Este. Las vidas de nuestros dos protagonistas parecen haberse separado por completo, y mientras... una muchacha, atada a una cama soporta un día y otro día las horribles visitas de un ser despreciable, y sin decir una palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.La segunda novela de la serie Larsson, donde conoceremos cómo Lisbeth ha llegado a ser quién es. El interés, la complejidad y maravillosa riqueza de trama y personajes va in crecendo. La acción es de cortar el aliento. Los hechos que van desvelándose, absolutamente impactantes.No se puede pedir más a la segunda novela de una trilogía: que supere de calle las expectativas creadas con la primera y que vuelva a crear en el lector la necesidad de leer más.

Los hombres que no aman a las mujeres


Harriet Vanger desapareció hace 36 años durante un carnaval de verano en la isla sueca Hedeby, propiedad prácticamente exclusiva de la poderosa familia Vanger. A pesar del despliegue policial, no se encontró rastro de la muchacha de 16 años. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? Nadie lo sabe: el caso está cerrado, los detalles olvidados.

Pero hay quien sigue recordando a Harriet, su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, ya en el final de su vida y que vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir.

En las paredes de su estudio cuelgan 43 flores secas y enmarcadas. Las primeras 7 fueron regalos de su sobrina. Las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció.

Vanger contrata a Mikael Blomkvist, periodista de investigación y alma de la revista Millennium, una publicación dedicada a sacar a la luz los trapos sucios del mundo de la política y las finanzas. Mikael no está pasando un buen momento: está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia. Detrás de la querella está un gran grupo industrial que amenaza con derrumbar su carrera y destruir su reputación. Así que acepta el extraño encargo de Vanger de retomar la investigación de la desaparición de su sobrina e intentar tirar de algún cabo suelto.

Un trabajo complicado para el que recibe el regalo inesperado de la ayuda de Lisbeth Salander, una investigadora privada nada usual, incontrolable, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades como su memoria fotográfica y su destreza informática.

Así empieza una novela que es la crónica de la guerra interna de una familia, un fresco fascinante del crimen y del castigo, de perversiones sexuales, de trampas financieras, un entramado violento y amenazante entre el que sin embargo crece una tierna y frágil historia de amor. Una historia de amor entre la que será la pareja más memorable de la literatura criminal.


Resumen del libro
Sevilla 1607. Catalina Solís –la protagonista de Tierra firme—llevará a cabo su gran venganza en una de las ciudades más ricas e importantes del mundo, la Sevilla del siglo XVII. Catalina cumplirá así el juramento hecho a su padre adoptivo de hacer justicia a sus asesinos, los Curvo, dueños de una fortuna sin igual amasada con la plata robada en las Américas.
Su doble identidad –como Catalina y como Martín Ojo de Plata—y un enorme ingenio le hacen diseñar una venganza múltiple con distintas estrategias que combinan el engaño, la seducción, la fuerza, la sorpresa, el duelo, la medicina y el juego, sobre un profundo conocimiento de las costumbres de aquella sociedad.
En su arriesgada aventura plagada de peligros y emociones, a Catalina la acompañan algunos amigos de Tierra firme y sus nuevos cómplices, unos pícaros supervivientes, dispuestos a dar su vida una y otra vez por personaje tan legendario y de vida tan extraordinaria.
Matilde Asensi ha escrito la gran novela de Sevilla, con una amplia y rigurosa documentación y un trabajo que traslada los ecos de las voces de aquella época. Una novela de acción trepidante que mantiene en vilo la atención del lector con descubrimientos y sorpresas en cada página